miércoles, 15 de diciembre de 2010

Subordinación

Aprender a subordinarse es quizás mucho más importante y beneficioso, para la mayoría de las personas, que aprender a dirigir.

Sin embargo, hay quienes sólo de oír o leer la palabra subordinación, ya se predisponen negativamente hacia el resto de lo que se tratará al respecto.

Ello se debe principalmente a que a algunos les recuerdan práticas y enfoques autoritarios propios de dictaduras o regímenes despóticos y totalitarios, donde la democracia y participación en el poder es muy poca o nula, tanto a nivel gubernamental como empresarial o institucional e incluso familiar; sistemas educativos muy tradicionales, conservadores, donde el rol del alumno es demasiado pasivo y las relaciones alumno-profesor están demasiado centradas en el adulto como fuente de información, en fin donde la subordinación es excesiva y dañina.

Pero subordinarse no tiene que ser malo, sino que suele ser muy conveniente, necesario, valioso.

En la mayoría de nuestros múltiples roles, por lo general nos corresponde más subordinarnos que dirigir.

No aprender a ser buenos subordinados incluso puede ser peligroso, caro, acarrear nefastas consecuencias. Por poner algunos casos extremos, los asesinos, criminales, delincuentes, violadores, prófugos, estafadores, ladrones, traficantes, abusadores, etc. (una parte de los cuales abarrotan las cárceles y centros de detención o justifican el exagerado crecimiento de los aparatos represivos y judiciales, así como de los impuestos y gastos para mantenerlos medianamente bien funcionando, pero una cantidad quizás mayor continúa actuando impunemente) no suelen ser muy proclives a subordinarse a las leyes, normas, reglas, disposiciones comúnmente aceptadas o vigentes y su insubordinación les afecta, no sólo a ellos, sino a sus víctimas, familiares, autoridades, contribuyentes y otros.

También hay políticos o monarcas muy proclives a no aceptar subordinarse a nadie, degradando sus gobiernos a regímenes abosolutistas, dictatoriales o totalitarios, causándoles un gran perjuicio a toda la sociedad y hasta a varias generaciones.

Por el contrario, comportarse en las distintas situaciones como un buen subordinado es imprescindible para el buen funcionamiento de la sociedad, las organizaciones, ejércitos y otros cuerpos armados o de seguridad, prisiones, empresas, negocios, escuelas, familias, asociaciones, partidos, tribunales, parlamentos, equipos, grupos, comunidades...

También es muy útil facilitar la buena dirección de otro, subordinándonosle cuando nos corresponde y viceversa.

LEY DE LA UNIDAD DE LA DIRECCION Y LA SUBORDINACION

Dirección y subordinación son dos partes de un todo. No hay dirección sin subordinación y viceversa. Por tanto, tampoco hay dirigente sin subordinados, ni subordinado alguno sin alguien que dirija.

Incluso, en la persona autodirigida, el propio sujeto es a la vez dirigente y subordinado.

La ley de la unidad de la dirección y la subordinación quedó formulada y explicada en varias de las obras que escribí y utilicé desde principios de los ochenta, en mis cursos de dirección (principalmente de postgrado) en el Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona", la principal universidad educacional de mi país de origen, Cuba, ubicada en la Ciudad Escolar Libertad, en La Habana. Es uno de los aportes teóricos principales de "Dirección educacional", la tesis de doctorado en ciencias pedagógicas que por la modalidad libre, terminé a mediados de los noventa.

Como se sabe, para el desarrollo de las ciencias es trascendental la revelación de cuáles leyes rigen los fenómenos y prácticas estudiadas, no quedar en la mera recopilación de datos, descripción de hechos, formulación de conjeturas, sino aportar categorías, conceptos, leyes, regularidades y principios (así como sus definiciones, etc.), que van conformando sólidas teorías y un conocimiento más profundo del objeto de estudio de la ciencia en cuestión.

Esta ley es general para todos los sistemas y no sólo para el educacional (por entonces el principal campo de desempeño de quien la enunció, el cual pasó luego a dedicarse más al mundo empresarial).

Y es que la mayoría de los autores se centraban antes en el estudio de la dirección y al leer ahora esto, quizás usted se percate que casi nadie le dedica ni una página en sus obras a abordar la subordinación y menos aún mencionan o muestran conocer la ley antes mencionada. Le invito a que me diga en la obra de quién aparece.

Hay libros enteros dedicados al estudio de las funciones de dirección, pero probablemente ninguno referente a las funciones de subordinación. A lo sumo, respecto a algún rol específico de subordinado.

Y eso que la subordinación es cuantitativamente mayor que la dirección, visto el número de subordinados respecto al de directivos, aunque el alcance de la dirección puede ser cuantitavamente alto, analizando la cantidad de personas que pueden estar subordinadas a alguien o algo (pueden ser hasta decenas, cientos y más de mil millones, en el caso de los presidentes de las naciones y las leyes aprobadas en ellas).

Múltiples epígrafes o capítulos e investigaciones sobre los estilos de dirección o de liderazgo, habilidades, técnicas, cualidades... de los líderes y dirigentes, pero ¿acaso ha leído algo sobre los estilos, habilidades, cualidades o técnicas, etc. de subordinación? (Exceptuando por supuesto, lo referente a las secretarias, quienes no sólo suelen desempeñarse en el rol de subordinadas, sino que no pocas veces también participan como colaboradoras y hasta como un dirigente más).

Los subordinados suelen ser enfocados más como trabajadores, alumnos, hijos, vecinos, electores, miembros... aunque como es obvio, los trabajadores, alumnos, hijos, etc. también pueden y deben dirigir algo y a alguien (además de a sí mismos), preparase para ello. Pero el estudio de lo común, lo general, esencial a los subordinados en cualesquiera área de desempeño, es algo en lo que la ciencia, los investigadores y autores, aún no han centrado apenas la atención.

Quizás esta sea una de las razones básicas por las cuales, ni abundan los buenos dirigentes, ni los buenos subordinados.

No obstante, uno de los logros mayores de las investigaciones sobre dirección y el trabajo en equipo, han sido los aportes respecto al desempeño de los colaboradores, en especial, lo referente a que los subordinados, puedan participar en la dirección, no sólo subordinándose, sino colaborando y hasta dirigiendo.

Sin embargo, ese tercer rol básico en la dirección, el del colaborador, lo trataremos en otro artículo aquí mismo.

Datos personales

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Fundador, Propietario y Presidente de Ojeda Multiservices Corporation (OMC), Rector de la UVI, Master en Educación Avanzada y excatedrático de la Universidad Pedagógica de La Habana "Enrique José Varona". Licenciado en Educación (equivalencia de Bachelor in Sciences of Education in USA). Especialista en Pedagogía, Psicología, Creatividad, Dirección turística, Opinión Pública y Medios de Comunicación.

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